El amor no hace distinción entre razas...
Luscinda O'Malley llega a Mathair, la rica hacienda sureña perteneciente a la familia de su difunto marido, fiel a la promesa que le hizo de cuidar de su madre si algo le sucediera. Pero nada podría haber preparado a aquella joven, educada en las progresistas ideas del norte del país y firme defensora de la igualdad entre todos los hombres, para lo que iba a encontrar en la casa de sus suegros: el aberrante abuso del blanco sobre el negro.
Tampoco estaba preparada para descubrir el verdadero amor precisamente en un hombre de otra raza, Daniel, el panadero de la hacienda.
Cotton Bride es la historia de un lazo invisible, del orgullo y la fortaleza individuales, de un amor que va más allá del color de la piel, pero también es una historia que rezuma la magia de la repostería preparada con ternura.
Bon appétit!
Una novela maravillosa. Una historia dura, fuerte, con momentos tristes y de rabia, también de amor, respeto, igualdad. Desgraciadamente aún en los tiempos que corren, en este mundo siguen sucediendo cosas así. Ojalá hubiese más personas como Luscinda, sin miedo a lo que pueda sucederle por defender a alguien o a sus derechos. Una mujer joven que ve lo injusta que es la vida y que lo ve con sus propios ojos. En la haciendo de sus suegros, los negros son esclavos, maltratados y castigados por cualquier cosa. Ella se va a vivir allí a raíz de que su esposo falleciese. No aguanta la vida de allí y quiere marcharse a su Boston y olvidarse de todo lo que sucede. Pero prometió a su difunto marido, cuidar de su madre. No es tarea fácil con el monstruo que tiene por suegro, pero no se rinde y lucha por lo que quiere y a su suegra la acaba queriendo como a una madre.
Por otro lado, Daniel es un esclavo negro al que le gusta la repostería y releva a Diana que ya va mayor para estos trabajos, pero nadie puede saberlo y menos el patrón porque lo castigaría hasta la muerte.
Luscinda lo descubre y aún aconsejándole que no trate con negros ella no hace caso, pues ella no cree en eso y se lo hace saber a todos los criados y al propio Daniel que poco a poco acaba sintiendo algo muy fuerte por el que no sabe como llamarlo.
Juntos lucharan por la vida de los suyos, de lo que quieren y por su amor.
Me encanta Dorita, una niña negrita con 10 años, no comento sobre ella porque es algo precioso de leer.
Se dice que se enamora con la comida, pues Daniel lo ha hecho con Luscinda....y conmigo, que rico estaba todo!!
Creo que es una historia que todos deberíamos leer. Gracias Jhon por contarla. Gracias Yolanda Quiralta por escribirla.
Felicidades!!
Un saludo
Silvana
